About Copito
Co.Pi.T.O,es el Comando Parainformativo de Televisión Optativa. Develador de los misterios del mundo audiovisual.
Asi anuncia la despedida de las formas vetustas y tiránicas de la televisión. Todo este tiempo existió una realidad paralela, una televisión de antimateria, un agujero negro, un lado B donde estaban escondidos y soterrados todos los intentos por hacer otros programas que no quisieron usar la correa que los dueños de los medios les imponían. Al morder la mano del amo, fueron inmediatamente condenados al olvido, al ostracismo, acallados bajo risas grabadas, escenografías narcotizantes y sonrisas hipnóticas de esclavos que hacían el trabajo sucio que el amo les encargaba a cambio de un hueso. Hoy esa situación llega a su fin, y se da vuelta la tortilla. ¿Y quién pone los huevos en esta nueva tortilla? Nosotros, COPITO, una vasta red internacional que mediante brillantes artilugios, cuyos detalles no podemos brindar, ha liberado todo el material que nunca antes pudo salir a la luz.
COPITO es la gallina que pone los huevos de la que nacerán los pollitos del Nuevo Orden, y que picotearán las bases donde se apoyaba el Viejo Orden hasta socavarlas, hasta que la lombriz de la Mentira asome su cabeza, o lo que sea que tiene en la punta, para que el pollito la mastique y se alimente. Con esto no queremos decir que los pollitos se alimentarán de mentiras, sino que es una metáfora que dice lo contrario, que los pollitos matarán a la lombriz, que viene a representar la Mentira, y los pollitos, que vendrían a ser los portadores de la Novedad, van a engordar y ponerse fuertes y van a echarse a volar. Sabemos muy bien que los pollos no vuelan, así que no nos correrán por izquierda, y quien prefiera puede reemplazar en este ejemplo a los pollitos por pichones de águilas, o de cóndores, o de murciélagos o de cualquier otro ave volador que pueda ser más útil para la comparación.
Un cuco visita los hogares todas las noches. Entra silenciosamente y se instala entre hombres, mujeres, niños y familias, acechando anhelante, dispuesto a nutrirse de sangre nueva que lo rejuvenezca. Ese cuco tiene forma más o menos cuadrada, y se alimenta, sin discriminar, de los ojos y cerebros de seres hechizados por sus resplandores hipnóticos. Su lengua viperina vuelca a diario veneno sobre los oídos de sus víctimas. Estas, confundidas, agradecen y se dejan cautivar por sus engaños, cediendo sus voluntades, gozos, deseos, sueños y afectos para que la bestia crezca cada vez más. Pero la bestia es voraz y siempre tiene hambre, y no cesará en su búsqueda de alimento.
La televisión ha engendrado una y otra vez monstruos opacos que se miran el ombligo.
El pensamiento se ha reducido a poder manejar los cinco botones esenciales del control remoto. La emoción se ha transformado en algo que se vende con la comida para cachorritos y los jabones para lavar la ropa. Los sueños se han reducido a tener un auto, la chica que se apoya en el capó y la afeitadora que usa el jugador de fútbol que maneja ese auto.
Hace tiempo que se han acallado las voces de protesta.
Pero bajo la superficie, en lo oscuro, brillan los ojos de muchos que afirmamos: la televisión tal como la conocemos está muerta.
Muchos han caído. Algunos, se entregaron rendidos a las fauces de la huidiza bestia. Otros han optado por alejarse de su potente embrujo. Hubo quienes hicieron una diferencia, aunque sea pequeña y pocos lo recuerden. Hubo unos menos que se retiraron a tiempo con el botín para dedicarse a fines más nobles. Otros han sucumbido al canto de sirena de la exposición, el dinero fácil y la fama instantánea.
Nosotros queremos que ese dinero salga de las manos equivocadas y venga a las nuestras.
Queremos que todos nos vean y nos quieran aquí, allá y en todas partes del mundo. Que cesen los disparos de las guerras. Que los fuertes dejen de abusar de los débiles. Que las grandes potencias abandonen sus ansias de dominación. Y queremos que todos, tomados de la mano, nos miren a nosotros. Co.Pi.TO is the Parainformativo Optional Command Television. -Unfolding of the mysteries of the audiovisual world.
So announced the dismissal of the dilapidated and tyrannical forms of television. All this time there was a parallel reality, television antimatter, black holes, a B side where they were hidden and buried all attempts by other programs that do not want to use the strap to the owners of the means imposed on them. To bite the hand of the master, they were immediately condemned to oblivion, ostracized, silenced under recorded laughter, smiles hypnotic narcotic sets and slaves who did the dirty work that the love they charge in exchange for a bone. Today that situation comes to an end, and turns the tables. And who lays eggs in this new omelet? We COPITO, a vast international network with shiny gadgets, details of which can not provide, has released all the material that could never come to light.
COPITO is the goose that lays the eggs from which the chicks born of the New Order, and peck the bases where rested the old order to undermine them, until the worm of the Lie rears its head, or whatever you have in the tip, so that the chick chew and feed. This is not to say that the chickens will feed on lies, but a metaphor that says otherwise, the chicks will kill the worm, which comes to represent the Lie, and chicks, which would become the carriers novelty, they will get fat and get stronger and they will take flight. We know that chickens do not fly, so we will not run on the left, and those who prefer to be replaced in this example by chicks chicks eagles or condors, or bat or any other flying bird that may be more useful for comparison.
A cuckoo visits the homes every night. Creeps in and is installed between men, women, children and families eager lurking, ready to nurture new blood to rejuvenate you. That cuckoo has more or less square, and fed, without discrimination, the eyes and brains of beings entranced by his hypnotic glare. His sharp tongue pours poison daily on the ears of their victims. These, confused, grateful and left captivated by his deceptions, yielding their wills, joys, hopes, dreams and affection for the beast grow increasingly. But the voracious beast is always hungry, and will not cease in their search for food.
Television has spawned again and again opaque monsters that look navel.
The thought has been reduced to be able to handle the five essential buttons on the remote control. The excitement has been transformed into something that is sold with food for puppies and soap for washing clothes. Dreams have been reduced to having a car, the girl leaning on the hood and the shaver using the football player who manages that car.
It has long been silenced voices of protest.
But beneath the surface, in the dark, shining eyes of many who affirm: television as we know it is dead.
Many have fallen. Some surrendered surrendered to the jaws of the elusive beast. Others have chosen to move away from its powerful spell. There were those who made a difference, although small and few remember. There were some who retired less time with the loot to pursue noble purposes. Others have succumbed to the siren call of exposure, easy money and instant fame.
We want that money out of the wrong hands and come to ours.
We want everyone to see us and we want here, there and everywhere. To stop shooting wars. Stop the strong abusing the weak. The great powers to abandon their desire for domination. And we want everyone holding hands, we look at us.