San Pedro Apóstol Estudio.

Apóstol de Jesucristo y primer jefe de su Iglesia. Era un pescador del mar de Galilea, hasta que dejó su casa de Cafarnaúm para unirse a los discípulos de Jesús en los primeros momentos de su predicación; junto con él se unieron a Jesús otros pescadores de la localidad, como su propio hermano Andrés y los dos hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, todos los cuales formaron parte del núcleo originario de los doce apóstoles.

San Pedro carecía de estudios, pero pronto se distinguió entre los discípulos por su fuerte personalidad y su cercanía al maestro, erigiéndose frecuentemente en portavoz del grupo. A través de los Evangelios puede trazarse un perfil bastante completo de su personalidad. Pedro es sencillo, generoso e impulsivo en sus intervenciones, que a veces denotan una incomprensión del auténtico mensaje del maestro. Jesús, por su parte, muestra por Simón una predilección que aparece patente desde el primer encuentro. Junto con Santiago y Juan, Pedro participaba en toda la actividad de Jesús, asistiendo incluso a episodios íntimos de los que quedaban excluidos los demás apóstoles. En Cafarnaúm, Jesús debió ser a menudo huésped de la familia de la que procedía la mujer de Pedro.

El sobrenombre de Pedro se lo puso Jesús al señalarle como la «piedra» (petra en latín) sobre la que habría de edificar su Iglesia. En Cesarea de Filipos, al nordeste del lago Tiberíades, tuvo lugar el episodio en que San Pedro afirmó la divinidad de Jesús: "Tú eres Cristo, el Hijo de Dios vivo" (Mat. 16, 16). Jesús juzgó la afirmación como efecto de una iluminación de lo alto y confirió a Pedro la máxima autoridad: "Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado eso la carne y la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y que sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Te daré las llaves del reino de los cielos. Y todo lo que atares sobre la tierra será también atado en los cielos; y todo lo que desatares sobre la tierra, será también desatado en los cielos" (Mat. 16, 17-19).

Las epístolas de San Pedro

Las dos epístolas de San Pedro que se conservan forman parte, en el Nuevo Testamento, de las siete epístolas llamadas católicas que siguen a las catorce de San Pablo. La primera fue escrita en lengua griega, tal vez en el año 64, y va dirigida a los hebreos dispersos del Ponto, de Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Está fechada en Babilonia (V, 13), topónimo que, como en el Apocalipsis, indica tal vez Roma. Destaca en ella un parecido de pensamientos, de expresiones y de enseñanzas con las epístolas de San Pablo. Enérgica, vehemente y densa en sentencias, su estilo es conciso, elevado, autoritario y dulce a un mismo tiempo.

El propósito de la carta es exhortativo. En una primera serie de exhortaciones, San Pedro expone la dignidad del cristiano, la sublimidad de su vocación y la santidad de la vida que debe ser su consecuencia (I, 1-II, 10). Desde el capítulo II, 11 al IV, 6, con graciosas comparaciones, el apóstol recomienda obediencia, paciencia, respeto a la autoridad, amor a los enemigos y concordia entre los hermanos. La tercera y última parte (IV, 7-V, 14) contiene instrucciones para una vida pura y santa, primero para todos indistintamente y después para los pastores de almas en particular. En toda la epístola está presente Jesús, con sus padecimientos y sus consejos.

La segunda epístola, escrita aparentemente unos meses después, se presenta como una continuación de la primera y va dirigida a las mismas personas, según expresa el autor con las palabras "He aquí la segunda carta que os escribo" (III, 1). Generalmente se presume que San Pedro la dictó poco antes de su martirio, como se puede deducir del apartado I, 14. En la primera parte (I, 1-21), San Pedro recuerda los principios generales según los cuales deben los cristianos atenerse tenazmente a la doctrina recibida y a la práctica de las virtudes. Apostle of Jesus Christ and first head of the Church. He was a fisherman from the Sea of ​​Galilee, until he left his home in Capernaum to join the disciples of Jesus in the first moments of his preaching; along with Jesus he joined other local fishermen, as his brother Andrew and the two sons of Zebedee, James and John, all of which were part of the original nucleus of the twelve apostles.

San Pedro lacked studies, but soon distinguished himself among the disciples for his strong personality and his closeness to the teacher, often setting themselves up as spokesman for the group. Through the Gospels can be drawn a fairly complete profile of his personality. Pedro is simple, generous and impulsive in their speeches, which sometimes denote a misunderstanding of the true message of the teacher. Jesus, meanwhile, shows a predilection for Simon appears clear from the first meeting. Along with James and John, Peter was involved in all the activity of Jesus, even attending intimates that the other apostles were excluded episodes. In Capernaum, Jesus must often be guest of the family from which came the wife of Peter.

Peter nicknamed Jesus put to point out as the "rock" (petra in Latin) on which would build his Church. At Caesarea Philippi, northeast of Lake Tiberias, the episode took place in St. Peter affirmed the divinity of Jesus: "You are the Christ, the Son of the living God" (Matthew 16, 16.). Jesus judged the claim as a result of illumination high and conferred upon Peter the highest authority: "You Blessed are you, Simon son of Jonah, for this was not revealed to you that flesh and blood, but my Father who is in . heavens and I tell you that you are Peter, and upon this rock I will build my church, the gates of hell shall not prevail against it I'll give you the keys of the kingdom of heaven and whatsoever thou shalt bind on earth shall be bound also.. in heaven: and whatsoever thou shalt loose on earth shall be loosed also in heaven "(Matthew 16: 17-19.).

The Epistles of St. Peter

The two Epistles of St. Peter part preserved in the New Testament, of the seven Epistles called Catholic who follow St. Paul's fourteen. The first was written in Greek, perhaps in 64, and is directed to the scattered Jews of Pontus, Galatia, Cappadocia, Asia and Bithynia. It is dated in Babylon (V, 13), a name which, as in Revelation, indicates perhaps Rome. It emphasizes in her a resemblance of thoughts, expressions and teachings of St. Paul's epistles. Energetic, passionate and dense sentences, his style is concise, high, authoritarian and sweet at the same time.

The purpose of the letter is hortatory. In a first series of exhortations, San Pedro exposes the dignity of the Christian, the sublimity of their vocation and holiness of life which must be its consequence (I, 1-II, 10). From chapter II, IV 11 to 6, with funny comparisons, the apostle recommends obedience, patience, respect for authority, love of enemies and concord among brethren. The third and last part (IV, 7-V, 14) contains instructions for a pure and holy life, first for all without distinction and then for the pastors of souls in particular. Throughout the epistle is present Jesus, with his sufferings and advice.

The second letter, apparently written a few months later, is presented as a continuation of the first and is aimed at the same people, as expressed by the author with the words "Behold the second letter I write" (III, 1). It is generally presumed that San Pedro dictated shortly before his martyrdom, as can be inferred from paragraph I, 14. In the first part (I, 1-21), San Pedro recalls the general principles that Christians should adhere tenaciously received the doctrine and practice of the virtues.