Patricio Cañete

Prácticamente todas las profesiones y procesos de negocio en la actualidad se apropian del software ya sea como herramienta de producción, o para almacenar y distribuir el resultado del trabajo mismo. El músico utiliza herramientas digitales para producir y mezclar su música, y además su flamante creación también es almacenada y consumida en formato digital. Ocurre lo mismo con el trabajo de otros profesionales y la mayoría de actividades dentro de las organizaciones modernas.

Las tecnologías digitales, de manera casi invisible, y en apenas veinte años, han transformado radicalmente todos los aspectos de nuestra vida cotidiana y los negocios, con enormes consecuencias para todas las industrias y mercados. Impresoras 3D, Drones, Realidad aumentada, Internet de las cosas, Monedas digitales, Big data, Movilidad, entre otras tecnologías emergentes, no harán otra cosa que profundizar en estos cambios.

La industria de la consultoría incluye a profesionales o empresas que ofrecen servicios que van desde el asesoramiento estratégico sobre procesos determinados, hasta aquellos que se hacen cargo por cuenta propia de la implementación operativa de las “mejoras” en dichos procesos o áreas específicas. Se puede decir que entre los clientes existen tres grandes tipos de necesidades. Necesidades de personas, las empresas contratan a consultores por sus habilidades específicas o conocimientos del que carecen internamente. Necesidades de pensamiento, los consultores pueden ofrecer una mirada objetiva e independiente sobre asuntos particulares. Necesidades de proceso y tecnología, en ciertas ocasiones la empresa puede tener suficiente conocimiento e información para saber qué es lo que quiere o debe hacer, pero no cuenta con los medios que permitan su implementación. Para este amplio rango de necesidades, existe un gran abanico de ofertas en la industria.

A su vez la tercerización u outsourcing de procesos de negocios, con las posibilidades actuales, ofrece importantes ventajas y oportunidades para aquellas empresas que por su volumen, escala o estructura no pueden o no desean contar dentro de su equipo de planta permanente con especialistas en determinadas áreas que no tienen que ver con sus capacidades centrales o estratégicas. Virtually all professions and business processes currently appropriate the software either as a production tool, or to store and distribute the result of the work itself. The musician uses digital tools to produce and mix their music, and also his new creation is also stored and consumed in digital format. The same applies to the work of other professionals and most activities within modern organizations.
 
Digital technologies, almost invisibly, and in just twenty years have radically transformed all aspects of our daily life and business, with enormous consequences for all industries and markets. 3D, Drones, Augmented Reality, Internet of things, digital currencies, Big Data, Mobility printers, among other emerging technologies, will do nothing to deepen these changes.
 
The consulting industry includes professionals or companies offering services ranging from strategic advice on certain processes, even those who are responsible for their own operational implementation of the "improvements" in these processes or specific areas. You can say that among the clients there are three major types of needs. Needs of people, companies hire consultants for their specific skills or knowledge lacking internally. Thought needs, consultants can provide an objective and independent view on particular issues. Process and technology needs, at certain times the company may have sufficient knowledge and information to know what you want or should do, but does not have the means to implementation. For this wide range of needs, there is a wide range of offerings in the industry.
 
In turn outsourcing or outsourcing of business processes, with the current possibilities, offers significant advantages and opportunities for companies in terms of volume, scale or structure can not or do not want to have in their team permanent staff with specialists in certain areas that have to do with their central or strategic capabilities.