About LOS MEJORES CAFES DEL MUNDO
Una leyenda muy difundida sobre el origen del café es la de un pastor de Abisinia, llamado Kaldi que observó el efecto tonificante que unos pequeños frutos rojos de unos arbustos habían tenido sobre las cabras que lo habían consumido, efecto comprobado por él mismo al renovarse sus energías. Kaldi llevó unas muestras de hojas y de frutos a un monasterio, o a un santo musulmán en otras versiones, donde los monjes probaron el brebaje preparado a base de los frutos, para evitar quedarse dormidos en los oficios nocturnos.
Otra teoría atribuye a los ancestros de los oromos ser los primeros en reconocer el efecto energizante del café: habrían mezclado con grasa sus granos molidos y formado bolitas para usarlas como raciones en expediciones guerreras. Aunque la distribución de los cafetos en África sugiere que la planta crecía en forma silvestre o en cultivos a lo largo del continente desde la Antigüedad, no hay pruebas directas que permitan ubicar estos primeros cultivos ni qué tribus lo usaban como estimulante. Pero de acuerdo a un manuscrito que se conserva en la Biblioteca Real de Londres, el café se consumía en África y Persia mucho tiempo antes, y que aproximadamente en el siglo XV el Muftí de Adén viajó a persia y a su regreso a Arabia dio a conocer la bebida.
Los datos arqueológicos disponibles hoy en día no permiten afirmar el uso o conocimiento del café es de antes del siglo XV: el proceso de elaboración de la bebida, largo y complejo, explica quizás el descubrimiento tardío de las virtudes de las semillas del cafeto, poco atractivas inicialmente. Dicha primera referencia narra que el café habría sido llevado desde Etiopía a Yemen, donde los sufíes lo usaban para permanecer despiertos durante sus oraciones, y posteriormente se extendió a Arabia, donde se le llamó qahwa, que significa «vigorizante». A legend widespread on the origin of coffee is a pastor of Abyssinia, called Kaldi who observed the invigorating effect of small red fruits of the bushes had about goats had consumed, effect proven himself to renew their energies. Kaldi took samples of leaves and fruits to a monastery, or a Muslim saint in other versions, where monks tasted the concoction prepared from the fruits, to avoid falling asleep at night trades.
Another theory attributes the ancestors of the Oromo be the first to recognize the energizing effect of coffee: fat would have mixed with their pellets milled grains and shaped for use as rations in military expeditions. Although the distribution of coffee trees in Africa suggests that the plant grew wild or cultivated crops throughout the continent since ancient times, there is no direct evidence to locate these first crops or what tribes used it as a stimulant. But according to a manuscript preserved in the Royal Library in London, the coffee consumed in Africa and Persia long before, and that approximately in the fifteenth century, the Mufti of Aden traveled to Persia and on his return to Saudi she unveiled the drink.
The archaeological data available today does not demonstrate the use or knowledge of the coffee is before the fifteenth century: the process of making the drink, long and complex, perhaps explains the belated discovery of the virtues of the seeds of the coffee plant, little initially attractive. Said first reference tells that coffee had been brought from Ethiopia to Yemen where Sufis used it to stay awake during their prayers, and then spread to Arabia, where it was called qahwa, meaning "invigorating."