About REACH-HOGAR
Elena White, una conocida escritora cristiana añade: “Hay un millón de niños que han sido desechados por sus padres y no tienen ninguna educación cristiana. Los cristianos deberíamos abrir nuestros corazones y ayudar aquellos que no tienen esperanza…”.
Dañados, desconocidos, desechados como juguetes rotos, muchos niños son abandonados por la irresponsabilidad adulta que no tiene tiempo alguno para ellos. Solos, desanimados, sin saber dónde acudir en busca de ayuda, estos pequeños seres de la humanidad caminan por las calles de la ciudad mendigando, robando, usando drogas y vendiendo sus cuerpos por una pieza de pan o por un lugar donde dormir. Incluso antes de que el sabor de la leche materna abandone sus bocas, la más cruel perversión toma ventaja sobre estos inocentes niños y los sumerge en la más profunda depravación y pecado. Les llamamos“los niños de la calle”.
Addis Abeba, Bucarest, Nairobi, San Pablo, Río de Janeiro, no importa el nombre de la ciudad, “los niños de la calle” sufren igualmente. Sin hogar, sin esperanza, sin amor, sin cuidados, hambrientos, solos y con miedo, estos niños pasan sus días buscando qué comer, un poco de amistad y diversión. Cuando un niño llega a la gran ciudad, llega con la expectación de un cambio para sobrevivir, pero lo que encuentra es el miedo, el abuso, la soledad y el sufrimiento.
En nombre de ellos, gracias, muchas gracias por su ayuda. Ellen White, a well known Christian writer adds: "There are a million children that have been discarded by their parents and have no Christian education. Christians should open our hearts and help those who have no hope ... ".
Damaged, unknown, discarded like broken toys, many children are abandoned by irresponsible adult who has no time for them. Single, discouraged, not knowing where to turn for help, these little beings of humanity walking the city streets begging, stealing, using drugs and selling their bodies for a piece of bread or a place to sleep. Even before the taste of breast milk abandon their mouths, the most cruel perversion takes advantage of these innocent children and immersed in the deepest depravity and sin. We call them "street children".
Addis Ababa, Bucharest, Nairobi, Sao Paulo, Rio de Janeiro, no matter the name of the city, "street children" suffer equally. No home, no hope, no love, no care, hungry, alone and afraid, these children spend their days looking for what to eat, a little friendship and fun. When a child comes to the big city, comes with the expectation of a change to survive, but what he finds is fear, abuse, loneliness and suffering.
On their behalf, thank you, thank you very much for your help.